Hay quienes dicen que tener un blog personal es tener un "blog de gatos", es decir en el que uno puede hablar de cosas tan triviales como tu gato, yo en mi caso hablaría de mis perro y todas sus gracias que hacen y de lo encantadores que son pero no lo hago porque... bueno, porque no.
Y como uno puede escribir de cosas tan banales como la mascota familiar me aviento a escribir de cosas casi tan triviales como cómo van mis nervios a estas alturas del previaje.
Este post empezó diciendo de gatos y lo que pasa es que yo ando con un ojo al gato y otro al garabato.
El ojo del garabato: todo el día estuvo abierto el Illustrator recordándome que tenía que terminar la interfaz del sitio, haciendo hincapié en los detalles: que quepan cinco o más botones, que no quede muy pesado, esta es la gama de color que hay que respetar, que quede listo y fácil para trabajarlo...
El ojo del gato: llama al lugar esta para que te den la dirección de donde debes comprar los encargos, ve por la lana pa' subsistir, llama ponte de acuerdo, checa la hora, el lugar, el espacio, carga donde vas a cargar.
O sea, ando toda dispersa. Pronto, pronto dejaré de moler y moler con esto del viaje.
P.D. que dicen que hoy fue día del blogger...
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