Tan veloz como leerlo

29 agosto 2007

Así es, otro libro más pasó por mis manos y como sospechábamos no me duró: tardé sólo dos semanas en leerlo, tal vez el hecho de tener letras grandes haya influido.

Debo confesar, tuve mis dudas, al principio lo sentí un poco meloso, y lo fue, pero aún así me gustó.

Hubo una cosa que me conflictuó mucho a la hora de leerlo: el personaje principal lleva por nombre Júbilo, y no logré desvincularlo en toda la lectura de alguien que conozco a quien asocio directamente con la palabra que usa como nick.

El libro. El libro movió y removió cosas muy actuales de mi vida, en particular la relación con los padres, de cómo a veces por más estrecha que sea la relación con ellos pueden resultar ser seres tan extraños a ti, tan desconocidos tan sujetos a ser descubiertos y aprendidos.

Identifiqué claramente la intensión de provocar una nostalgia y un reconocimiento del pasado, aunque no sé si llegué a sentirlos totalmente. La descripción del telégrafo y la vida en México con él, la vida rural y urbana de después de la revolución y la convivencia, en este caso matrimonial, de dos clases sociales, de dos maneras distintas de apreciar el dinero.

Fue una lectura sencilla y agradable en especial por ser un regalo de una persona my querida y especial para mi.

Ya terminé otro y próximamente será comentado.

Melusina

23 agosto 2007

Melusina, originally uploaded by Atzimba.
Melusina
[Hugo von Hofmannsthal]

En bosque nacida,
en río casada,
así yo mi vida
la quiero,¡tan larga!

Había hoy soñado
con las hondas aguas
y yo allí en lo oscuro
dormir no lograba.

Lo que en ese estanque
por mirarse entró
prendido en mis ojos
sin sueño quedó.

Los árboles tristes
por los que brillaba
cuando la gran bola
se puso encarnada;

las pálidas niñas
que sin ruido van
ven con ojos blancos
en la oscuridad

de damas del bosque
susurrante tropa,
en el pelo suelto
coronas y hojas...

¿Coronas de oro?
¿De perlas las sartas?
Ya se me ha olvidado.
Yo más no he de hallarlas.*



Durante mi época de estudiante en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM hubo dos cosas que llamaron paricularmente mi atención: la primera una disciplina artística, la gráfica, sobre todo la xilografía y la segunda un tema: los dragones en su contexto medieval.

En próximos posts escribiré acerca de estos dos temas que por un largo tiempo mantuvieron mi atención cautiva y que por azares del destino dejé de lado y que ahora quiero retomar.

Sobre la historia de Melusina se dice que es una leyenda de origen europeo y la historia sería más o menos así:

Melusina es de origen real. Su madre, el Hada Presina había encantado a su padre Elinas ,rey de Escocia. no sin hacerle prometer que nunca iría a ver mientras dormía. Elinas, incumplió su promesa y Presina tuvo que refugiarse con sus tres hijas Melusina, Mélior y Palestina en la isla perdida de Avalon. Cuando las niñas crecieron usaron sus poderes de hada y decidieron encerrar a su padre en la montaña mágica de Northumberland. Presina las acusa entonces de ser unas malas hijas y de carecer de corazón, y envío a Melusina un sortilegio

"Tú Melusina que eres la más mayor, la más sabia y la culpable, por este encantamiento te convertirás en serpiente todos los sábados de cintura para abajo (....)"

Si Melusina encontraba un hombre para desposarse, éste nunca debía descubrir su secreto, si él lo desconocía Melusina podría vivir el resto de la semana como una mujer normal pero si lo hacía estaría condenada a sufrir ese tormento hasta el día del juicio final Melusina no tardó en encontrar a Raimondín.

La fuente es Wikipedia


Por el momento traigo esta imagen (no muy buena reproducción digital a decir verdad) de un grabado que realicé acerca de esta leyenda.

Es una xilografía a color con una técnica llamada camafeo impresa sobre papel de algodón. La obra mide 19.5 x 29 cm. (el área impresa) y en su totalidad mide 40x50 cm. aproximadamente. Tengo algunas copias a la venta.

Pronto estaré publicando más temas referentes al grabado y los dragones.

*El poema de la entrada fue una aportación de Óscar, gracias

De paso

22 agosto 2007
De paso paso para que no pase, como luego pasa, que las cosas pasan y se nos pasan y así se pasan y van pasando sin que nos pase por la cabeza que todo pasa, al menos lo que ha de pasar y si pasa bien y si no pues no.

Y lo que pasa es que a cada paso que se da se deja mucho en el pasado pero viene el futuro, que es lo que habrá de pasar, pero mientras llega, o sea, mientras pasa, se la pasan a uno diciendo que todo pasa... ¿qué les pasa?

Lo que pasó es que sólo pasé, por pasar, por no dejar.

En el inter

02 agosto 2007
Ha pasado ya un rato desde la última vez que escribí un post de lo que he leído, eso no significa que no haya leído nada en el inter, pero enre el viaje y que fueron lecturas rápidas no había podido escribir mucho al respecto.

Desde que terminé de leer La prisión de la libertad estuve un rato sin mucha idea de qué leer, así que un día fui y asalté el librero de mi hermano, ya lo había asaltado antes así que no tenía ya muchas esperanzas, aún así yo recordaba dos libritos que había visto así que me avalancé sobre ellos.

La fecha del viaje llegó y me llevé el par de libros.

Empecé por el más delgado, era un regalo que le habían hecho hace tiempo de un autor de quien yo ya había leído un libro antes y me gustó mucho. Los elementos del jazz de Antonio Malpica llegó al mismo tiempo que el redescubrimiento de Real de Catorce y no podía dejar de asociar la voz de José Cruz (vocalista del grupo) con la imagen del Buitre, para mi fue más Los lementos del Blues que del Jazz pero aún así la historia me atrapó, algo entre cuento, entre novela policiaca: el chamaco, el Chino, Xavier con X y la Señora Cocó al final me arrancaron una lagrimita.

Para cuando terminé ese libro iba como a la mitad de mi viaje, fueron los días en que me quedé en casa de mi prima Rosalía que desde siempre ha sido aficionada a los libros, y como he dicho antes, fue quien en gran parte me inculcó el gusto por la lectura. En su casa me ofreció que tomara algún libro que me agradara y la elección no fue nada fácil. Finalmente escogí dos pequeñitos para que me diera timpo de leerlos, cosa que no sucedió porque además encontré otro librito delgadito que le habían regalado en un evento en el Centro Cultural Tijuana.

El libro delgadito en cuestión fue uno de título largo Las muchachas sólo quieren divertirse y otras crónicas de Carlos Fabián Sarabia. A pesar de que las crónicas eran de entre hace 8 y 10 años fue una lectura muy agradable pues aprendí algunas cosas sobre aquella ciudad, de su modo de vida, y sobre la gente que la habita y la transita. Desafortunadamente no pude terminar el librito, pero no fue mucho lo que me faltó.

De los otros dos libritos que había seleccionado uno era de poemas de Céesar Vallejo y el otro de Julio cortázar, de ellos sólo pude extraer un poema del primer autor que desde la secundaria me encanta:

Piedra negra sobre una piedra blanca
César Vallejo
Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.

Me moriré en París -y no me corro-

tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.


Jueves será, porque hoy, jueves, que proso

estos versos, los húmeros me he puesto

a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,

con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;

le daban duro con un palo y duro


también con una soga; son testigos

los días jueves y los huesos húmeros,

la soledad, la lluvia, los caminos...

Hubo pues que regresar los libros a su dueña, la ventaja es que yo aún llevaba uno de reserva.

El último elefante es el título del libro que escribiera otro conocido de mi hermano: Bernardo Ruiz. Ya había visto yo ese libro en su librero y confieso que tardé en animarme a leerlo, ahora era la última opción, pero para nada desagradable. Fue un estilo de lectura a la que no estoy acostumbrada, pero con la que me sentí familiarizada pues los hechos suceden en la Ciudad de México en una época que no desconozco en la época en la que vivo, con situaciones, con eventos que suceden aquí muy cerca de mi (de hecho en alguna parte del libro mencionan a Villa Coapa). Fue una historia casi sangrienta, de muchos modos violenta, ¿policíaca? tal vez.

El último elefante cerró el ciclo de libros "en el inter" como se titula este post. Pero también en el inter, mientras buscaba qué leer recurrí a la fuente que me provee de pequeños cuentos desde que estaba en la prepa cuando me pidieron ese tabiquito como complemento de libro de texto. El cuento hispanoamericano es el título de ese libro, gracias a él tuve el acercamiento a Borjes con "El Jardín de Senderos que se bifurcan", a Cortázar con "Cartas de mamá" y a José Agustín con "Cuál es la onda".

Por ahora estoy leyendo (y no creo que me dure mucho) mi regalo de cumpleaños "Tan veloz como el deseo" de Laura Esquivel, ahí después les contaré.

*Este post se hizo muy muy extenso y por la misma razón tenía ya un rato esperando en la bandeja de borrador, aún hay mucho que contar, pero pronto me iré poniendo al corriente*