Tan veloz como leerlo

29 agosto 2007

Así es, otro libro más pasó por mis manos y como sospechábamos no me duró: tardé sólo dos semanas en leerlo, tal vez el hecho de tener letras grandes haya influido.

Debo confesar, tuve mis dudas, al principio lo sentí un poco meloso, y lo fue, pero aún así me gustó.

Hubo una cosa que me conflictuó mucho a la hora de leerlo: el personaje principal lleva por nombre Júbilo, y no logré desvincularlo en toda la lectura de alguien que conozco a quien asocio directamente con la palabra que usa como nick.

El libro. El libro movió y removió cosas muy actuales de mi vida, en particular la relación con los padres, de cómo a veces por más estrecha que sea la relación con ellos pueden resultar ser seres tan extraños a ti, tan desconocidos tan sujetos a ser descubiertos y aprendidos.

Identifiqué claramente la intensión de provocar una nostalgia y un reconocimiento del pasado, aunque no sé si llegué a sentirlos totalmente. La descripción del telégrafo y la vida en México con él, la vida rural y urbana de después de la revolución y la convivencia, en este caso matrimonial, de dos clases sociales, de dos maneras distintas de apreciar el dinero.

Fue una lectura sencilla y agradable en especial por ser un regalo de una persona my querida y especial para mi.

Ya terminé otro y próximamente será comentado.

1 comentario:

Joselin dijo...

Ah mira que muchachita, devoradora de libros, yo suelo clavarme mucho con la lectura, pero no he tenido oportunidad de comprar libros, y realmente leer en linea me cansa mucho mucho mucho la vista.

Pero bueno nena te mando un abrazote grandote :)