Hace exactamente una semana comenzó para mi una serie de eventos afortunados que han dejado en mi un muy grato sabor de boca, se destaparon sentimientos que tenía guardados y no fue malo encontrarme con ellos.
El primero de ellos. El viernes 24 de febrero acudí a la Feria del Libro de Minería con mi muy querida amiga de toda la vida Brenda, es algo que nos gusta hacer y disfrutamos mucho, en esta ocasión en especial hubo dos circunstancias que nos hicieron la visita mucho más amena: habia poca gente, por lo que pudimos visitar la Feria a nuestras anchas; y que llevábamos un presupuesto ligeramente mayor del que acostumbramos y ¡salimos con libros!
Yo compré un total de siete, cinco para mi, y dos para mi hermano, pero que de seguro yo leeré, uno de ellos es obra de un escritor para el cual trabajamos y que me parece el ser más dulce sobre esta tierra, pero de él hablaré después.
De los cinco que compré tres de ellos son, lo que yo llamaría "libros de niña" novelas rosas, o ensayos feministas, uno de poesía, y el último fue un libro que he perseguido desde adolescente, lo leí porque mi prima Rosalía me lo prestó, y desde entonces había tenido el firme deseo de conseguirlo... y lo logré. Por cierto se llama "La Prisión de la Libertad" de Michael Ende por si gustan leerlo se los recomiendo.
Y también puedo recomendar ir a la Feria... hay de toooodo.
Primera emoción, ligera, pero que provocó una agradable sensación.
El sábado 25 de febrero fue la boda de mi primo Gerardo y mi amiga Gaby. Él es pariente mío por parte de la familia de mi papá y lo dejé de ver por mucho tiempo, hasta hace poco que conocí por otro medio a su entonces novia y ahora esposa.
Fue un evento lleno de emociones, ví a mucha de mi familia paterna que había dejado de ver por mucho mucho tiempo, por razones ajenas a mi. Familia de Tijuana, Querétaro, y el norte del DF que me parece igual de lejos. Mis primas hermanas y mis primos hermanos. En la foto estamos mi prima Claudia Verónica que vive en Tijuana, mi primo Gerardo que es quien se casó, y yo. Además también fue el impacto de ver el parecido que guardo con todos ellos, más quizás que con mis primos y primas de mi familia materna.
La boda fue de lo más sencillo, una boda por el civil, en un jardín con poca gente. El clima fue el mejor aliado, ayudó a que fuera una de las bodas más lindas a las que haya sido invitada.
Después mi primo insistió en que continuáramos la fiesta en Garibaldi, y fuimos. Puede parecer curioso, pero yo no conocía Garibladi, así que me pareció interesante la aventura. Aunque debo reconocer que no hubo mucho de espectacular en ello, salvo la prolongación de tan feliz acontecimiento.
Emoción número dos de la cual acabé realmente exhausta, pero feliz.
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Al domingo siguiente comimos en casa de mi hermano, y tuvimos como invitada a una amiga de la familia de hace mucho tiempo, muy querida por nosotros. Nos conocemos desde hace 13 ó 14 años y hemos conservado esa amistad. Comimos, platicamos, recordamos, tomamos postre, café, y hablamos y hablamos hasta que la noche cayó y el domingo se nos acababa haciéndonos ver que la semana pronto comenzaría.
Emoción número tres, tranquila y muy agradable, lo lazos de amistad alegrn al corazón.
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El martes 28 de febrero yo tenía un compromiso hecho desde hacía unas cuantas semanas atrás. Me había hablado mi amiga Ana Lilia para avisarme que sería el Examen Profesional de Otelo, su novio y amigo mío también.
Desde temprano estuvimos en la escuela, que por cierto y como suele suceder ya no es la misma desde que yo estudié allí, me cambiaron los salones de lugar y agregaron otros elegantes donde antes sólo se daban clases de geometrí.
El examen fue todo un evento, hubo situaciones muy chuscas como el paseo de las sillas, el sinodal tomando siesta, y la maestra exhuberante con doble incluída entrando y saliendo. Fue aprobado claro, ahora ya es Licenciado en Artes Visuales, y nos deja un ejemplo que seguir a sus compañeros de generación que aún no lo logramos.
Saliendo fuimos a casa de Ana y Otelo y hubo comida, brindis, más amigos, y entonces sí la euforia estalló para mi, me sentía muy contenta, me siento todavía, porque además vi a amigos que estimo mucho, a los que hace tiempo no veía, y de los que no quisiera alejarme.
Emoción cuatro, una de motivación y solidaridad.
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La quinta emoción es sólo el aviso de que habrá una quinta. Por estos días recibí un correo de mis excompañeros de la secundaria, planean organizar una reunión de generación. Me parece que puede ser interesante, y me emociona la idea de saber que puede haber una próxima emoción.
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2 comentarios:
Vaya, emociones compartidas, ventana a tus sentimientos, gracias por dejar ver eso de ti, la forma de narrarlo hace que uno se emocione, paso a paso, mano a mano, contigo,estaré pendiente de lsa emociones que te salgan al paso, y no dejes de sonreir, iluminas la página.
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