Hola a todos.
Por estas fechas, hace casi 27 años acontecía que casi mato a mi hermano de una desilusión, ¡pobre! creyó que tener un(a) hermanito(a) equivaldría a tener compañero de juegos al instante. El como tantos otros tuvo que esperar a que creciera, y más él que me lleva casi 6 años.
Pues bien, con esto quiero decir que es fecha casi de mi cumpleaños, y como todos lo años desde después que cumplí quince (que no fue exactamante una fiesta de vestido, pastel y chambelanes) no sé que voy a hacer, sí ya se que es mañana el tan esperado día, el día que tanto me encargo de anunciar y reclamar su olvido.
No sé qué hacer, y en estos casos hay dos opciones para lo que suele suceder: o bien puedo organizar una improvisada reunión relámpago a la cual invito a todos mis amigos (se lleven bien o no) y algunos familiares tal vez, y a la que, claro, va a faltar la mitad de los esperados, y la otra mitad que llega se siente francamente incómoda con la gente que no conoce; o, puedo pretender festejarme cual santo de pueblo, osea todo el mes y cada día con un amigo(a), pariente o ... distinto. Esta última opción había dado resultado antes de tener tanta gente conocida que cumpliera años cerca de la fecha en que cumplo yo, y no es reclamo, cualquiera puede nacer el día que se le de la gana, es sólo que ahora mis festejos de santo de pueblo se me juntan con el santo del pueblo vecino y pueden llegar a perder su encanto, pero... en fin.
El chiste no era quejarme, aunque lo haya hecho un poquito. No, siempre que voy a cumplir años me alegro grandemente por ese simple hecho, y muy en lo particular, celebro el "año nuevo", sí, como en diciembre: hago un recuento de lo hecho y lo dejado de hacer, de lo bueno, lo malo, lo obtenido y lo que aún deseo, de lo que espero y de lo que me esmeraré en conseguir. Por esa razón es que no me gusta dsiminuir mi edad, tal vez a estas alturas una ya deba ir pensando en decir que cumplirá 23 en lugar de 27, pero no lo considero honesto para uno mismo. Para mi, mi edad significa lo que soy, no puedo reducirla, porque me reduzco a mi misma, me quito experiencias, aprendizajes, buenos momentos, y también malos, que aunque preferiría no recordar no sería bueno eliminar porque entonces tendría muchas más posibilidades de repetirlos.
Me he extendido un poco, creo que le filosofé demasiado al hecho de cumplir un año más y ni siquiera decidí bien a bien qué es lo que haré. Bueno, por lo pronto después de mi atareado día que me espera (porque los jueves y los martes son los días más complicados para mí), espero poder comer por lo menos un rico y delicioso pastel de chocolate, no importa de dónde sea, con que sea de chocolate es suficiente. Ya el fin de semana decidiré qué hacer para seguir festejando.
Feliz cumpleaños a mi!
P.D. Y menos mal que en mi casa no se estilaba mucho eso de ponerle a uno el nombre del santo del calendario, que si no en vez de conocerme por Adriana me conocerían por... Mauricia! Aunque a punto estuve de ser Quitzia si no es porque fui rescatada por mi madre y mi hermano, ¡menos mal!
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